La Virgen de la Bondad, aunque no es una figura canonizada como "santa" en el sentido tradicional, es una invocación mariana que expresa la profunda fe en la benevolencia y en la misericordia de María. No existe una historia específica o una veneración ligada a un evento o lugar preciso como para otros santos. Más bien, "Nuestra Señora de la Bondad" es un título devocional que refleja la convicción de que la Virgen María, en cuanto Madre de Cristo, es fuente de gracia, consolación e intercesión, siempre lista para acoger las oraciones y para mostrar su infinita bondad hacia la humanidad. Su veneración se manifiesta en la oración personal y comunitaria, en el recurso a su intercesión para obtener ayuda y consuelo, y en la contemplación de su figura como ejemplo de amor y compasión.