Es famosa por haber tenido intensas experiencias místicas y por haber recibido los estigmas, las llagas de Cristo en su carne, que se manifestaron durante la Cuaresma.
Santa Verónica Giuliani fue también una prolífica escritora mística. Sus obras, que incluyen escritos autobiográficos, oraciones y cartas, se consideran preciosos testimonios de su profunda espiritualidad y su amor por Cristo.
Se la venera como patrona de las monjas clarisas capuchinas, de los enfermos mentales y de las personas que padecen enfermedades oculares.
La festividad de Santa Verónica cae el 9 de julio, día en el que se conmemora su vida y su contribución a la fe cristiana. Su historia sigue inspirando a muchas personas hasta el día de hoy por su devoción a Dios y su testimonio de fe.