San Roberto de Newminster: Una vida dedicada a la fe
Fiesta: 7 de junio
San Roberto vivió en el siglo XII, en una época de grandes cambios para la Iglesia. Nacido en Yorkshire, en el norte de Inglaterra, su viaje espiritual le llevó a estudiar a París, donde se distinguió por su dedicación e inteligencia.
Tras completar sus estudios, Roberto emprendió un camino de creciente compromiso religioso. Comenzó como sacerdote secular y luego abrazó la vida monástica en la orden benedictina. Más tarde, sintiendo la llamada a una vida aún más austera, ingresó en la orden cisterciense.
La culminación de su trabajo fue la fundación de la abadía de Newminster, de la que se convirtió en el primer abad. Durante los veinte años siguientes, Roberto se dedicó con pasión a la creación de nuevos monasterios en Inglaterra, contribuyendo significativamente a la difusión de la orden cisterciense.
San Roberto era conocido por su gran compasión hacia los pobres, encarnando el ideal cristiano de caridad y servicio. Su vida terrenal terminó en 1159, dejando un legado de fe y obras que sigue inspirando a los fieles.
En las representaciones artísticas, San Roberto aparece típicamente como un abad cisterciense. Sus atributos característicos son el báculo pastoral, símbolo de su autoridad abacial, una maqueta en miniatura de una iglesia, que recuerda su labor como fundador, y un libro en su mano derecha, emblema de su sabiduría y dedicación al estudio de las Sagradas Escrituras.