San Albino se celebra el 1 de marzo, día en que los fieles honran su memoria y reflexionan sobre su ejemplo de vida dedicada al servicio de los demás, la justicia y la paz. Se le considera protector de los niños, los huérfanos y todas las personas en situación vulnerable.
Una de las historias más conmovedoras vinculadas a San Albino se refiere a su intervención para salvar a los condenados injustamente y su trabajo constante para reformar las condiciones de las cárceles. Su vida es un ejemplo de cómo la fe puede traducirse en actos concretos de amor y compasión por los demás.
En su honor, se han creado numerosas esculturas de madera que lo representan vestido de obispo, a menudo con la mano que bendice levantada en señal de paz y bienvenida. Estas esculturas son muy apreciadas no sólo por su valor religioso sino también por la artesanía con la que están hechas, representando un excelente ejemplo de arte sacro que puede adornar iglesias o los hogares de los devotos.
Llevar una escultura de madera de San Albino al hogar o al lugar de culto significa mantener vivo el recuerdo de un hombre que dedicó su vida al servicio de los demás, inspirando con su historia a generaciones de creyentes a vivir con generosidad y compasión.