La Sagrada Familia, compuesta por el Niño Jesús, María y José, es el eje de la fe cristiana y símbolo universal de amor, unidad y protección. Su veneración hunde sus raíces en los Evangelios, que narran el nacimiento de Jesús en Belén y la vida de la familia en Nazaret. José, padre putativo de Jesús, es venerado como patrón de los trabajadores y de la buena muerte; María, la Virgen Madre, es la figura femenina más importante del cristianismo, venerada por su pureza y su papel en la salvación. La Sagrada Familia es un modelo de virtudes domésticas y espirituales, inspirando a millones de fieles a cultivar el amor, la fe y la solidaridad dentro de sus propias familias. Su representación artística, como en esta escultura, es una invitación a la contemplación y a la oración, recordando la importancia de los lazos familiares y de la presencia divina en la vida cotidiana.