El rosario de madera de olivo, aunque no está asociado a un santo específico por su origen material, está intrínsecamente ligado a la devoción mariana y a la oración del Santo Rosario. Su historia se arraiga en la tradición cristiana, con las primeras formas de oración repetitiva que se remontan a los Padres del Desierto. El rezo del Rosario, tal como lo conocemos hoy, se desarrolló gradualmente en la Edad Media, con un importante impulso por parte de los Dominicos en el siglo XIII.
La veneración asociada al rosario está principalmente dirigida a la Virgen María, a quien está dedicada esta oración contemplativa. Cada "Ave María" rezada es un homenaje a la Madre de Dios, y la meditación sobre los Misterios de la vida de Cristo, acompañada del rezo de las oraciones, permite a los fieles profundizar su fe y su relación con Dios. El rosario es un poderoso instrumento de intercesión y de crecimiento espiritual, venerado por su capacidad de acercar a los creyentes a María y, a través de ella, a Jesús.