La Virgen de Montserrat, llamada cariñosamente «La Moreneta» por el color oscuro de su rostro, es un pilar fundamental en la cultura catalana, representando un profundo símbolo de fe e identidad regional. Contrariamente a lo que algunos puedan pensar, su color no es una referencia a las Madonas africanas, sino que añade un elemento de misterio y encanto que la hace particularmente especial. En 1881, el Papa León XIII la nombró patrona de Cataluña e instituyó una fiesta en su honor cada 27 de abril.
El monasterio de Santa María de Montserrat, que se alza majestuoso en la montaña del mismo nombre a 720 metros sobre el nivel del mar, no sólo es un centro de gran espiritualidad, sino también un destino de peregrinación y un importante enclave turístico. Este lugar benedictino es un corazón palpitante de actividades religiosas y culturales, un símbolo del orgullo y el espíritu del pueblo catalán.