El producto, una guirnalda navideña con girasoles en virutas de madera, proviene de Santa Cristina Val Gardena, localidad que evoca la figura de Santa Cristina. Aunque los girasoles no están directamente ligados a su iconografía tradicional, la elección del nombre del lugar de producción puede recordar la devoción local. Santa Cristina de Bolsena, mártir cristiana del siglo III, es venerada por su fe inquebrantable. Su historia narra de una joven que, rechazando los ídolos paganos, sufrió terribles torturas por orden del padre, pero permaneció firme en su fe, realizando milagros. Su veneración es difundida, especialmente en Italia, donde es patrona de diversas ciudades y protectora contra enfermedades y peligros. Su figura simboliza la pureza, la fortaleza y la victoria de la fe sobre la persecución.