San Francisco de Asís, nacido Giovanni di Pietro di Bernardone en 1182, es uno de los santos más venerados de la cristiandad. Su vida fue un himno a la pobreza, a la humildad y al amor por cada criatura. Después de una juventud acomodada, se despojó de todo bien para seguir a Cristo, dedicándose a los pobres y a los enfermos. Fundó la Orden de los Hermanos Menores, basada en la regla evangélica. Su profunda conexión con la naturaleza lo llevó a predicar a los pájaros y a llamar "hermano" al sol y "hermana" a la luna. Es patrono de Italia, de los animales y de la ecología. Su figura inspira paz, caridad y un profundo respeto por la creación, haciéndolo un símbolo universal de fraternidad y compasión. Su veneración está difundida en todo el mundo, testimoniada por innumerables iglesias, santuarios y obras de arte a él dedicadas.