La Sagrada Familia, compuesta por el Niño Jesús, María y José, es el corazón de la fe cristiana, símbolo universal de amor, unidad y protección. Su veneración tiene sus raíces en los Evangelios, que narran el nacimiento de Cristo en Belén y la vida humilde y devota de la familia en Nazaret.
Desde los primeros siglos del Cristianismo, la Sagrada Familia ha sido objeto de profunda devoción, representada en innumerables obras de arte y venerada como modelo de virtudes domésticas y espirituales. Su fiesta litúrgica, celebrada el domingo entre la Octava de Navidad y la Epifanía, subraya la importancia de la familia como "iglesia doméstica", lugar primario de educación en la fe y en el amor.
La veneración de la Sagrada Familia es una invitación a redescubrir los valores de la solidaridad, del respeto mutuo y de la fe, inspirando a las familias de cada tiempo a vivir en armonía y a crecer en la gracia de Dios.