El Rosario en madera de olivo Dolfi, aunque es un objeto de profunda devoción, no está asociado a un único santo específico. Su historia y veneración se vinculan en cambio a la tradición del Rosario mismo, una oración mariana que hunde sus raíces en la Edad Media.
El Rosario es una forma de oración contemplativa que invita a meditar sobre los "misterios" de la vida de Jesús y María. Su estructura, compuesta por cuentas que marcan las oraciones (Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre), se ha desarrollado a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un pilar de la espiritualidad católica.
La veneración del Rosario es universal y transversal a numerosos santos y devotos que han promovido su práctica. Santo Domingo de Guzmán es tradicionalmente considerado el propagador del Rosario, habiéndolo recibido, según la tradición, de la Virgen María misma. Otros santos, como San Luis María Grignion de Montfort y San Pío de Pietrelcina, han exaltado el Rosario como instrumento poderoso de conversión e intercesión.
La madera de olivo, material de este rosario, añade un ulterior estrato de significado. El olivo es un árbol bíblico, símbolo de paz, esperanza y bendición divina, a menudo asociado a Tierra Santa. Este material confiere al rosario un vínculo tangible con las raíces de la fe cristiana, haciéndolo no solo un objeto de oración, sino también un símbolo de conexión con la historia sagrada y la tradición.