Este Reloj de Cuco de Pared es muy bonito en el estilo clásico tradicional de la Selva Negra, los colores marrones intensos son agradables y los niños bailarines destacan al girar sobre la campanada horaria o semihoraria, junto con el cuco, que silba alegremente por la ventanita. En el patio de la casita encontramos al perro San Bernardo de guardia, vigilante a cada movimiento de los transeúntes. El péndulo y las piñas están tallados en madera de tilo y hacen juego con el color de la casita. El mecanismo es de cuarzo y resulta muy práctico porque así no hay que dar cuerda al reloj de cuco a mano, tirando de las cadenas, como en los relojes de cuco mecánicos. Para activarlo, basta con insertar 2 pilas AA y seguir las instrucciones incluidas en la caja para que el reloj funcione. Hay 12 melodías, cada una más bonita que la anterior, y escucharlas realmente da una sensación de serenidad y alegría.