La Madonnina Aparecida es la patrona de Brasil, venerada con profunda devoción. Su historia comienza en 1717, cuando tres pescadores, desesperados por la escasez de peces, encontraron en las aguas del río Paraíba primero el cuerpo y luego la cabeza de una estatua de la Virgen María. Después de recomponer la estatua, sus redes se llenaron milagrosamente de peces. Este evento fue interpretado como una señal divina. La estatua, de color oscuro debido al barro y al tiempo, fue llamada "Nossa Senhora da Conceição Aparecida" (Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción Aparecida). Su veneración creció exponencialmente, culminando en la construcción de la grandiosa Basílica de Aparecida, uno de los mayores santuarios marianos del mundo. La fiesta de la Madonnina Aparecida se celebra el 12 octubre, día en que millones de fieles acuden al santuario para expresar su gratitud y pedir intercesiones. Su imagen es un símbolo de esperanza, fe y unidad para el pueblo brasileño.