La Sagrada Familia, compuesta por el Niño Jesús, María y José, es el corazón de la fe cristiana, símbolo de amor, unidad y devoción. Su veneración hunde sus raíces en los Evangelios, que narran el nacimiento de Jesús en Belén y la vida humilde y santa de la familia en Nazaret.
María, la Virgen Madre, es venerada por su pureza y su "sí" incondicional a la voluntad divina. José, el padre putativo, es modelo de rectitud, protección y fe silenciosa. El Niño Jesús, el Hijo de Dios encarnado, representa la esperanza y la salvación para la humanidad.
La Sagrada Familia es un faro de inspiración para las familias de cada tiempo, recordando los valores de la fe, de la caridad, de la acogida y del cuidado recíproco. Su imagen, a menudo representada en escenas navideñas, evoca la alegría de la Natividad y la ternura del vínculo familiar, invitando a la reflexión sobre el significado profundo de la Navidad y sobre la sacralidad de la vida doméstica.