San Jorge, figura legendaria y venerada, es uno de los santos más célebres de la cristiandad, patrón de numerosos países y protector de caballeros, soldados y scouts. Su historia, aunque envuelta en el mito, narra de un valeroso soldado romano martirizado por su fe cristiana durante las persecuciones de Diocleciano, alrededor del 303 d.C.
El episodio más icónico ligado a San Jorge es la leyenda del dragón, símbolo del mal y de la tiranía. Se cuenta que Jorge, llegado a una ciudad aterrorizada por un dragón que exigía sacrificios humanos, afrontó la bestia y la derrotó, liberando la población y convirtiéndola al cristianismo. Este acto heroico lo ha hecho el emblema de la victoria del bien sobre el mal, de la fe sobre el miedo.
La veneración de San Jorge se difundió rápidamente en Oriente y luego en Occidente, volviéndose uno de los Catorce Santos Auxiliadores, invocado para la protección contra el peligro y las enfermedades. Su fiesta litúrgica se celebra el 23 abril, día en el que se recuerda su martirio.
La figura de San Jorge, con su armadura brillante y la lanza apuntada contra el dragón, se ha vuelto un icono de coraje, fe inquebrantable y justicia. Su historia continúa inspirando millones de personas, recordando la importancia de defender los propios valores y de luchar por lo que es justo, también frente a las adversidades más temibles.